Entre los álamos pasó
Un pequeño Dios amarillo:
Veloz viajaba con el viento
Y dejó en la altura un temblor,
Una flauta de piedra pura,
Un hilo de agua vertical,
El violín de la primavera:
Como una pluma en una ráfaga
Pasó, pequeña criatura
Pulso del día, polvo, polen,
Nada tal vez, pero temblando
Quedó la luz, el día, el oro.